Desarrollo Económico Local: el reto pendiente de los gobiernos municipales

Desarrollo Económico Local: el reto pendiente de los gobiernos municipales

Del 1 al 4 de abril se celebró en Sevilla, España, el VI Foro Mundial de Desarrollo Económico Local bajo el lema “Transición justa, financiación del desarrollo y soluciones territoriales”. En este evento participaron delegaciones de numerosos países, agencias de Naciones Unidas, gobiernos locales y regionales, así como organizaciones de cooperación internacional, entre otros actores clave.

El Foro abordó diversos temas vinculados al Desarrollo Económico Local (DEL), destacando entre sus acuerdos el llamado a que los agentes de cooperación internacional respalden decididamente a los gobiernos locales y regionales, fortaleciendo sus competencias y capacidades de financiamiento. Este respaldo se plantea como condición esencial para avanzar en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), bajo la premisa de que solo mediante la descentralización efectiva y el respeto al principio de subsidiariedad será posible cumplir con la Agenda 2030.

Este consenso internacional nos invita a reflexionar sobre el nivel de avance que hemos alcanzado en la institucionalización de esta función dentro de nuestras municipalidades. La Ley Orgánica de Municipalidades (LOM) N.º 27972, vigente desde 2003, reconoce al Desarrollo Económico Local como una de las funciones centrales de los gobiernos locales. Ya en ese entonces, algunas municipalidades como Villa El Salvador o Ilo (Moquegua) venían impulsando experiencias innovadoras en promoción empresarial y fomento productivo, sentando precedentes valiosos.

No obstante, más de dos décadas después de promulgada la LOM, las acciones concretas en materia de DEL siguen siendo limitadas. En muchos casos, se reducen a mecanismos básicos de articulación laboral, como la administración de bolsas de trabajo, o a actividades de capacitación y asesoría poco estructuradas. Estas iniciativas, en general, no forman parte de una estrategia integrada de desarrollo, carecen de articulación con otros actores territoriales y no se sustentan en planes de largo plazo ni en políticas de desarrollo concertadas.

A pesar de este panorama, existen oportunidades que pueden y deben ser aprovechadas. En los últimos años, el gobierno central ha implementado programas de fomento productivo que requieren una mirada territorial para lograr mayor impacto. Las municipalidades que cuenten con un enfoque estratégico, capacidad técnica y voluntad política podrían desempeñar un papel fundamental como catalizadoras de estos esfuerzos, generando resultados tangibles en sus jurisdicciones.

En paralelo, el país ha registrado avances importantes en materia de reforma del Estado y gestión pública. La adopción de la gestión por resultados, junto con la elaboración de Planes Estratégicos Institucionales (PEI), Planes Operativos Institucionales (POI) y Planes de Desarrollo Concertado Local (PDCL), está empujando a las municipalidades a evaluar con mayor precisión los efectos de sus intervenciones. Asimismo, la posibilidad de convertir a los Concejos de Coordinación Local en espacios permanentes de ejecución, monitoreo y evaluación de estos planes representa una oportunidad concreta para fortalecer la gobernanza local.

Relanzar procesos de formación y estímulo a la gestión local es, por tanto, una tarea prioritaria. Se requiere consolidar equipos especializados en desarrollo territorial, con enfoque económico, capaces de integrar políticas de fomento productivo, empleo y competitividad del tejido económico local. Solo así será posible convertir a las municipalidades en actores clave del ecosistema territorial, con capacidad real para promover la empresarialidad, dinamizar la economía local y responder con eficacia a los desafíos del desarrollo sostenible.

Luis Rojas Morán

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